Brasil no tiene sólo playas – destinos para los que disfrutan el frío

Brasil no tiene sólo playas – destinos para los que disfrutan el frío

Como dice una de las canciones más famosas de Brasil, vivimos en «un país tropical, bendecido por Dios y hermoso por naturaleza». Pero se equivoca quien piensa que Brasil está hecho sólo de playa y sol.

El mayor país de América Latina tiene paisajes y climas para todos los gustos, incluso para aquellos que desean huir del calor y aprovechar el tiempo más frío. En algunas ciudades brasileñas, es posible incluso aprovechar temperaturas bajo cero en invierno.

Conozca algunos destinos para quien quiera sacar el abrigo del armario y regalarse con un delicioso vino o chocolate caliente.

Campos do Jordão – São Paulo

La ciudad de Campos do Jordão, conocida como “la suiza brasileña», se encuentra a 1.628 metros de altitud, enmarcada por las montañas de la Sierra de la Mantiqueira y por los bosques coloridos con el amarillo de los plátanos, del interior paulista. La ciudad se destaca en la arquitectura típica europea, en la gastronomía que combina sabores y recetas de Europa y en la programación del Festival de Invierno, uno de los más conceptuados del país.

Una buena opción es alojarse en el barrio de Vila Capivari, donde ya están reunidos famosos restaurantes, cafés, tiendas y bares, entre ellos, la casa de la cerveza de Baden-Baden.

São Joaquim – Santa Catarina

La ciudad de São Joaquim, en el estado de Santa Catarina, ubicada a 227 km de Florianópolis, es famosa no sólo por ser la ciudad más fría del país, sino también por su principal actividad económica: la producción de manzanas.

En un paisaje de sierra y hermosas araucarias, las temperaturas pueden alcanzar 10 grados negativos en el invierno. En el mes de abril, época para cosechar manzanas, São Joaquim hace una fiesta que dura por 10 días, ofreciendo espectáculos y ventas de las delicias, como compotas, jaleas y pasteles.

Gramado y Canela – Rio Grande do Sul

Gramado y Canela son ciudades que aguza todos sus sentidos. El olor de chocolate y de fondue está por todas partes, invitando a una experiencia gastronómica en los cafés, restaurantes y fábricas artesanales a lo largo de las calles, principalmente en invierno (junio a septiembre), cuando los termómetros llegan a 0 ° C.

Fundadas por alemanes, las ciudades, distantes 7km una de la otra, forman parte de la “Serra Gaúcha”, una ruta considerada una de las más románticas y perfecta para quien busca buena comida, vinos y paseos al aire libre.

En Gramado, usted puede visitar el Museo del Chocolate, que cuenta la historia del dulce y da acceso al área artesanal, el “Minimundo”, un parque con construcciones en miniatura, y tradicional visita al Lago Negro. En canela, no dejes de empezar el día por el tradicional café colonial. Son más de 80 delicias servidas a la mesa como jaleas, vinos, pasteles y pastas caseras, además de las tradicionales polentas y salchichas.